El consumo ilegal de metanfetaminas constituye un importante problema de salud pública en México desde hace muchos años, especialmente en jóvenes de 18 años en adelante.
Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, reconoció que el consumo de esta sustancia, escasamente utilizada en servicios de salud, supera desde 2016 al consumo de alcohol, que es la droga de impacto común.
Durante la mañanera de este martes, destacó que detrás de las adicciones hay un problema social de pérdida de alternativas para la juventud, lo que cultiva un ambiente vulnerable que favorece a bandas criminales.
Además, destacó que hombres y mujeres jóvenes presentan también dolor emocional, provocado por traumas psicológicos, relacionados con violencia o abuso en el seno familiar, comunitario y experiencias de vida, creando un círculo vicioso de deterioro social.
En este marco los jóvenes encuentran en las metanfetaminas una alternativa falsa, lo que provoca ansiedad, depresión y afecciones emocionales, ya que se trata de estimulantes sintéticos del sistema nervioso.
Conocida también como azul, hielo, anfeta, cristal, meta, ice o speed, desde 2013 hizo acto de presencia en el noreste del país, desde donde se extendió a todo el territorio nacional.
Refirió que casi la mitad de las personas que consumen metanfetaminas iniciaron su consumo a los 18 años, con el antecedente de consumo de tabaco, alcohol, cannabis y marihuana.
López-Gatell agregó que a diferencia del fentanilo, es posible producir esta droga a nivel local, cuyos efectos son muy rápidos, haciéndola más adictiva, ya sea fumada, inhalada o inyectada, «las drogas cuando inician sus efectos más rápido son más adictivas».
Sus efectos acorto plazo son ausencia de sueño y de apetito, además de euforia, y más adelante adicción, falta de memoria, regulación de la temperatura corporal, con golpe de calor, pérdida de peso, fatiga, problemas dentales graves, depresión, psicosis, complicaciones cardiacas y aumento de violencia y muerte.
Fuente: Xeu Noticias