Enrique Burgos
Tras 3 años del secuestro y homicidio de su hijo, Agustín Javier Ronzón González a manos de la Fuerza Civil, Verónica González Castro pidió al gobernador, Cuitláhuac García Jiménez dé la cara y se retracte de haberlo señalado como delincuente.
En el marco del evento de disculpa pública a familiares de personas desaparecidas en 2015 por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la dama gritó al mandatario desde abajo del escenario del Teatro de la Ciudad que le permitiera unos minutos para poder hablar con él, acto seguido el ejecutivo se escabulló por los camerinos y dejó a la dama esperándolo.
Ante esto, la mujer relató a medios de comunicación que hace 3 años su hijo fue “levantado” por elementos de la Fuerza Civil en la colonia Trópico de la Rivera en Coatzacoalcos, asesinado y culpado de ser dueño del bar Caballo Blanco y no conforme, con ser autor de la masacre ocurrida días después.
“Él me hizo una promesa hace tres años cuando Fuerza Civil levantó a mi hijo y hasta ahorita voy a Xalapa a verlo y nunca me puede atender, quiero saber qué es lo que está pasando.
Él mismo dijo que mi hijo era uno de los peores delincuentes que había, entonces se investigó la muerte de mi hijo, tengo antecedentes, nunca estuvo en la cárcel, necesito hablar con él a ver por qué tanta injusticia porque esto no fue cuando Ochoa (Javier Duarte), esto fue ahorita en su gobierno”, comentó.
Abundó que unos días después de haber sido secuestrado, circuló en redes sociales un vídeo donde su hijo fue degollado y aunque Cuitláhuac García se comprometió con ella a ayudarla a localizar el cadáver del joven, nunca más la volvió a recibir.
“Que limpien el nombre de mi hijo, quedó de encontrar a mi hijo y dar disculpas de lo que dijo, no lo hemos encontrado, él me lo prometió: “su hijo va a aparecer rápido porque fue apenas”, llevo 3 años buscándolo y no veo respuesta, nunca está, siempre está fuera, él dice una cosa ahí (en el escenario) y hace otra, contradice su discurso”, mencionó.
Mónica Sugey Ronzón González, hermano de la víctima, reveló que tiempo después se comprobó que su hermano nunca fue dueño del Caballo Blanco e incluso mencionó que la masacre del que lo señalaron como autor, ocurrió días después de que él fue secuestrado, por lo que no tendría lógica que él la hubiera ordenado.
